Ven a mi lado, te darás cuenta que mi corazón late despacio, que mis manos son frías, tan frías como mis sueños y la esperanza de sobrevivir en ellos.
Tengo miedo de perder a mis ángeles..... van y vienen tan despacio que tengo que esperar a que se queme la primavera, a que el verano seque mis raíces, a que el otoño me marchite sin yo saberlo... a que nuevamente el invierno me llueva en la frente el canto desesperado de los pájaros que tiznan el cielo, mi cielo... esperar a que suban y bajen por el laberinto de mis versos: Esperar a mis ángeles para sentirme sin miedo.
¿Recuerdas si alguna tarde esperamos a la noche cantando?,¿Cantamos en la noche?, ¿Recuerdas si perdimos la noción del tiempo y nos volvimos mariposas?...Mariposas nocturnas llorando bajo el manto oscuro que nos acogía tan dulcemente... Mariposas comedoras del brillo de las estrellas que guardan el secreto de la luz cuando amanece...siempre a sido un secreto, un secreto a voces de las fórmulas y la alquimia de las lágrimas cuando son atravesadas por el viento. ¿Recuerdas si alguna noche esperamos al día cantando?.
Siempre he sabido que si alguna vez lloraste, y sé que si lo hiciste cuando el dolor se hace flecha y alfiler que se clava en el alma, tus lágrimas redondas como semillas mágicas, después de abrazar tu cuerpo se hicieron caricia en los labios, en los labios de azahar en flor, en los labios de la noche, en los labios, en los labios de un rumor silencioso que algún día fue canción y sonrisa en los labios. Déjame que abrace tu cuerpo, que tome tus manos las acaricie y que también las bese..
Sé que hay maneras de buscarte en el cielo, en tu cielo, en mi cielo... en el cielo que aún compartimos en el recuerdo de esos momentos en los que corrimos entre demonios y por un momento fuimos personas tan pequeñas que nuestro miedo se volvió inmenso; pero sonreímos ¿recuerdas?... nada importaba la opinión ni el adjetivo calificativo, ese que gratuitamente los demás -sin conocernos- ponían detrás de nuestro nombre o nuestro apellidos... Son cosas de pueblo pequeño, y, por aquel entonces, el pueblo de los naranjos en flor y las palmeras llorosas, era así... pequeño como su gente.
Que manera tan nuestra la de jugar con aquellos deseos y placeres, miradas y roces, que sabíamos prohibido... Es un anzuelo, un inmenso imán, un desesperado !ven!... lo que se siente ante lo prohibido... después de todo ya nada somos.
Ayer me decías en un e-mail como respuesta a mi anterior comentario en el Blog:
“Qué razón tienes compañero!! Cuánto dedicamos a formarnos, a tener , a ambicionar, a superar a....blablabla.....Es tiempo de que a veces es mejor VIVIR Y DISFRUTAR. TE QUIERO BONITO, PERO DIME ALGO A MÍ, DE TI SÓLO PARA MÍ, VALE???...”
Pues ya sabes...tu deseo ha logrado que las palabras que atesoraba en el cofre de mis recuerdos ahora sean tuyas, tuya y de mil más que se andarán preguntado: ¿ha perdido Lalo la razón?, está hablando sin decir nada...como siempre...o, como siempre, sin decir nada lo dice todo para quien él sabe que lo va a entender... “Ven a mi lado, a mi recuerdo, a tu recuerdo, te darás cuenta de que mi corazón late despacio....”
Un abrazo amiga.