viernes, 9 de abril de 2010

HUELEN LOS NARANJOS

9 de Abril, 11:30 h. A las puertas del edificio donde trabajo una hilera de naranjos hacen guardia. Son unos soldados verdes, brillantes, y en estos días están cargándose de munición, rezuman blanco por entre sus hojas, dan una sombra blanca y verde propia de la bandera de Andalucía, a su alrededor cobra vida el perfume de azahar, olor propio de las alcobas de antiguas diosas, fragancia que se hace mariposa blanca que se me posa en el entrecejo...cuando se huele, se aspira el aire , y al aspirarlo, casi intuitivamente cerramos los ojos... es etonces cuando las bailarinas del aire se hacen olor, perfume y fragancia. Pienso: huele la primavera... la primavera se esparce, se dilata, se extiende hasta formar una alambrada sin alambres, hasta hacerse enredadora zarza sin espinas... huele hasta convertirse en poema callado, en estrofa de canción de romería... !Cómo huelen los naranjos!. Agoto los últimas caladas del cigarro y el humo que asciende se hace bucle, rizo, yedra transparente que al contacto con el perfume del naranjo parece convertirse en incienso que vez de poner ahogo en la garganta libera la esencia del alma tranquilizando las inquietudes y los pensamientos.
!Cómo huelen los naranjos!... son soldados de paz que juegan a la más pacífica de las guerras porque saben que en las guerras nunca, nunca, nunca... hay un ganador.