La Semana Santa pasó con más pena que gloria. Un año más todo el mundo pendiente del hombre del tiempo... de una cadena de televisión a otra... como queriendo encontrar consuelo para tanta agua caída sin orden. En estos día he sentido como si el tiempo se me amontonara, como si el no saber que hacer con él fuese el eje sobre el que girara la mañana y la tarde... descontrol en las nubes: unas subiéndose encima de otras, otras maquillándose de gris oscuro, las primera dando voces y llamando a la tormenta...las de mas arriba riéndose de mí y del hombre del tiempo. Angustia. Esta Semana Santa no hay procesiones... y los telediarios retratan nazarenos llorosos y vírgenes temblonas, velas encendidas junto a cien cristos en todas las posturas...Esta Semana Santa no hay procesiones... y nos olvidamos de las que llevamos por dentro...!que mal tiempo está haciendo!... mal tiempo para todo incluso para los que se fueron a la playa buscando un rayo se sol entre el nublado de tanta crisis...!un cuerno!...Esta Semana Santa solo hay las procesiones que cada uno lleva por dentro...pero esas...esas no son importantes.