miércoles, 25 de abril de 2018

Relatillos de PRIMERA, perdón... de PRIMAVERA. (Los Sueños)


Cuando se hace la luz y viene el día con su corona de soles nacientes y lunas moribundas, cuando la linea plana del horizonte comienza a sentir su curvatura y se escucha a la lejanía acercándose a zancadas, llegando, como quien huye del hedor del sinperfume, sin resuello, hasta hacerse cercanía. Es cuando, y solo en ese preciso instante -que dura lo que tarda un suspiro en hacerse aire- y el principio de todo se hace final de nada, presientes una confusión ordenada y teatral que te llena el pensamiento, la vida y los pulmones de quienes buscamos dentro de sí -o fuera de los demás- los recuerdos que el sueño sembró en la noche, y que se marchitaron antes de nacer porque  quien los sueña olvido regarlos. Dicen que hay técnicas, que se puede aprender cierta metodología que te hace recordar los sueños de la noche anterior. Es como tomar conciencia o en consideración el vivir una segunda vida: ficticia, imaginaria, quizás ilusionante o tal vez decepcionante porque te produce miedo, tensión y una inseguridad que tiene mucho de flor marchita o de tul de velo de novia repudiada en el altar.
¿Quien, alguna vez, no buscó el motivo de sus insomnios en la pereza del sueño? ¿Quién no ha sentido que -en muchas ocasiones- los sueños arrancan a mordiscos nuestros miedos,o te regalan otros nuevos con los que te tropiezas nada mas despertar?
No hay sueño del que no se despierte. No hay despertar sin un sueño que, si te lo propones, puede formar parte de la canción de tu vida. A soñar no se aprende, se sueña porque sí o porque necesitamos escucharnos a nosotros mismos.