A menudo lo que nos niega el arte nos lo da gratuitamente el azar... y en contadas ocasiones se pueden sentir como el arte respira y vive, como crece y se hace emoción... es entonces cuando cobra su verdadera dimensión, y pasa de ser imagen a ser sentimiento.
Los cuadros o mejor dicho, las emociones, que Javier ha reunido bajo el titulo de “DE PROFUNDIS II” son un pellizco en esa realidad que casi nadie ve, pero que todos tenemos, que se llama alma... alma de pintor, alma de artista...alma del color que en vuelo precipitado de golondrina blanca se hace nuevamente alma.
“Atardecer en Sierra Elvira”, y el azul se hace piel de naranja porque casi amarga su contorno, casi se pueden tocar las nubes preñadas de luz antes de convertirse en “Aguas profundas” que invitan a dejarse llevar, a participar en el ballet de bailarinas medusas que dibujan silenciosas playas en la meditación ausente y presente del poeta, que, sin darse cuenta, echa a volar signos, palabras y presagios anunciadores de que “Todo bajo el Cielo” tiene un antes y un después, un ir y un venir, un “Arriba y abajo” que nubla las sensaciones con ese humo casi mágico que el “Anima” guarda en los pliegues del manto de piedra blanca con que fue cincelada por el ángel que susurró al viento: “Yo soy la luz del mundo”.
“Karma”, del dorado sobre un arco iris dónde libélulas transparentes que se alimentan con la sal que deja en su dulce rastro “Nautilus” peregrinos, efímera nácar de la oscuridad del abismo, frágil marfil dibujado con la espuma rizada de la primera ola de la marea alta, porque “Thanatos”, armado con su guadaña de luna menguante, va a la caza de sirenas varadas en los horizontes del silencio, allí donde huidizas estrellas fugaces se to
rnan rocas con alma de agua que flotan sobre el horizonte de un campo de “Cosas desas”, cactus que sueñan con ser pino, higuera, manzano...y florece con farolillos blancos para alumbrar a “Cabo de Gata” en su azulada soledad, en su sombra de vigía costero disfrazado de diminuto castillo, de relámpago de silencio, donde se agrupan las barcas heridas en busca de las manos de carne de carpinteros del mar. Se enredan las redes, se hacen palio y dan sombra a la tarde donde anzuelos y arpones dejan de serlo... sueñan con ser pincelada ocre, azul y malva... pincel, espátula, lienzo...madera y betún que nos pregunta: “¿Que Fue de Dios aquel día?”... aquel día en el que los pintores quedamos huérfanos: sin el padre color, sin la madre luz, que se asomaron al “Espejo” y quedaron convertidos en mariposas furtivas, en futuras crisálidas de hilo de seda, hilo infinito que “Nunca” podrá atar una lágrima a la flor marchita de los cipreses, cipreses que como soldados de un ejercito verde guardan “Las puertas de Hades”, sombra de la vida, luz de la ausencia...hueco mágico, y “La Viuda” pone límites, difumina las pisadas...y las huellas se transforman en vuelo de serpentina, en papelillo de carnaval, en pecado capital, en lamento que suplica piedad por la larga miseria y escribe signos y textos apócrifos en las tapias de cementerios: “Carpen Diem”, vive el momento, el hoy y el ahora porque mañana, nuevamente suplicaremos piedad por la larga miseria. Veintidos cuadros que ha querido el azar darnos gratuitamente para disfrute de nuestros sentidos, y para que nuestra alma sienta el pellizco del arte.
Gracias Javier.
Si estas por Granada no dejes de visitar esta exposición, está en el hall del nuevo teatro "Pablo Neruda" en Peligros, desde el día 28 de Marzo al día 3 de Abril.