viernes, 5 de abril de 2013

21 GRAMOS


Imposible conseguir hoy mis 21 gramos de felicidad, ya sé, es poco pero no pido más, justo lo que pesa el alma, ni gramo más ni gramo menos. Y mira que lo intenté, hasta dibujé diques de sumisión en mis pensamientos. Imposible desaguar un diluvio por el sumidero del patio... Siempre hace remolinos y se escapaba para otros lados.

Ni siguiendo tus consejos consigo serme fiel, y mi sombra se escapa escalando el blanco de la pared donde deja de ser ella para ser yo. Yo... ¡Que poco recipiente para contener un abandono tan grande! Sí, seguí tu consejo y aprendí a distinguir quien sí y quien no sabe mirar mis cuadros. En mi museo imaginario, el vigilante y yo, los dos solos, él dando un toque con su dedo índice en el marco del cuadro que le parece que está torcido, jugando a ser Dios que pone orden en el desorden y desorden en el caos... Dios es sabio y hasta misericordioso, me sorprende negándome hoy mis 21 gramos de felicidad, será que no le he sentido, que no he notado su presencia ni oído su llave girando en la cerradura de mi puerta. Es, unas veces a media noche, otras al amanecer, o en el momento que menos lo espera, cuando sin hacer ruido llega como el agua del diluvio al que antes me refería. Estoy a punto de conseguir una tregua de sueño, pero me asalta la idea aterradora de que tal vez llame a mi puerta porque dejó olvidada su llave colgada en cualquier percha o, sin querer, la perdió por la calle cuando juega con los ángeles a la villarda, a los bolindres, o a las tabas... Mi vigilia ondea como bandera de paz. El visillo se infla de aire de brisa de madrugada... el sueño, como el agua, siempre hace remolinos y se escapa para otros lados... esta noche no me dejó ni 21 gramos de calma. 

(hay una canción que se titula "21 GRAMOS", su autor e interprete es REVOLVER,,, merece la pena escucharla)