PARA NAZARET...
Camina plácido entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio.
Camina plácido entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto sea posible y sin
rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu verdad de
una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Esquiva a las personas
ruidosas y agresivas, y a que son un fastidio para el espíritu. Si te comparas
con los demás, te volverás vanidoso o amargado, pues siempre habrá personas más
grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo
mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera por humilde que
sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios
pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para
la virtud que existe: hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles
ideales, y por doquier, la vida está llena de heroísmo.
Sé auténtico, y en especial,
no finjas el afecto. Tampoco seas cínico en el amor, pues en medio de todas las
arideces y desengaños, (éste) es tan perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo
de los años abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la
firmeza de espíritu, para que te proteja en las adversidades repentinas. Pero
no te agites con pensamientos oscuros: muchos temores nacen de la fatiga y la
soledad.
Más allá de una sana
disciplina, sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del
universo. No menos que los árboles y las estrellas, tienes derecho a existir. Y
sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz
con Dios cualquiera que sea tu idea de Él. Y sean cualesquiera tus trabajos y
aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la
vida. Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía
hermoso.
¡Sé
alegre, y esfuérzate por ser feliz!
Un amigo, un hermano de alma, un semi-dios, es quien me manda este escrito de Max Ehrmann. Con él recupero un sueño dormido, un sentimiento anestesiado por el tiempo y por alguna mano traidora... Sea como sea quiero compartirlo con vosotros, especialmente con mi única sobrina y así pueda tener por escrito lo que el tiempo o las circunstancias no me han permitido susurrarle al oído.
Un amigo, un hermano de alma, un semi-dios, es quien me manda este escrito de Max Ehrmann. Con él recupero un sueño dormido, un sentimiento anestesiado por el tiempo y por alguna mano traidora... Sea como sea quiero compartirlo con vosotros, especialmente con mi única sobrina y así pueda tener por escrito lo que el tiempo o las circunstancias no me han permitido susurrarle al oído.